En la zona de la ladera situada por debajo del edificio del restaurante y hasta la proximidad del cauce del barranco, se desarrolla una estructura arbórea compuesta por acebuches (Olea europaea ssp. cerasiformis), almácigos (Pistacia atlántica), lentiscos (Pistacia lentiscus), dragos (Dracaena draco), y numerosas especies arbustivas en la que destaca el guaydil (Convolvulus floridus), palo de sangre (Marcetella moquiniana) y otras.
Esta formación representa la vegetación que se desarrolla por debajo del pinar en las orientaciones sur, y de la laurisilva en las vertientes norte de las islas no afectadas directamente por el mar de nubes. Forman parte de la misma los palmerales, acebuchales, almacigales, sabinares, lentiscales, dragonales.
Dichas formaciones han sido generalmente arrasadas en casi todas las islas debido a que sus áreas potenciales corresponden a las zonas más favorables para el establecimiento de las grandes poblaciones y caseríos, así como para los cultivos que llevan aparejados. Estos bosques se sitúan entre los 50-500 metros según las orientaciones y su composición florística varía en función de su situación geográfica.
Son especies características de esta vegetación, además de las citadas anteriormente, la sabina (Juniperus phoenicea), la palmera (Phoenix canariensis), el peralillo (Maytenus canariensis), el jediondo (Bosea yervamora), y arbustos como los granadillos (Hypericum canariense), tréboles de risco (Dorycnium spp.), malvas de risco (Lavatera acerifolia, L. phoenicea), rudas (Ruta spp.), espineros (Rhamnus crenulata), jazmineros (Jasminum odoratissimum), etc.
El jardín Canario está situado en el área potencia¡ del bosque, termoesclerófilo, dominando en la zona los acebuches, palmeras y guaydiles. Junto al Jardín se sitúa el barrio de «El Dragonal», topónimo que alude a una vegetación dominada por dragos y que en el momento de la creación del Jardín ya no existía. Por ello Sventenius realizó una plantación de esta especie que actualmente rondan los 35 años. Este pequeño bosquete se asienta en la ladera por encima de la «fuente de los sabios». A lo largo del «paseo de los dragos» puede observarse esta maravilla vegetal, reliquia de la era terciaria, que ha protagonizado múltiples leyendas, desde la de ser el dragón que custodiaba el árbol de las manzanas de oro, a las mágicas propiedades atribuidas a su savia, la llamada «sangre de drago». En la naturaleza, los ejemplares silvestres se localizan principalmente en paredones escarpados de las islas de Tenerife, La Palma y Gran Canaria.
Próxima a esta zona se encuentra un bosquete de palos de sangre - denominación que le viene de los pelos glandulares rojizos que se encuentran al final de los tallos, entre la roseta de hojas terminales- al que también acompaña aquí su pariente mas próximo de la isla de Madeira (Marcetella maderensis). Además de los citados encontraremos en este sector del Jardín otras plantas de la misma familia (Rosaceae) como son Bencomia y Dendriopoterium.