1. PLANTEAMIENTOS GENERALES En las dos últimas décadas las excavaciones arqueológicas en Canarias han experimentado una intensa renovación metodológica que ha afectado a diversos tipos de yacimientos. Las excavaciones más frecuentes se han desarrollado en espacios habitacionales como el que nos ocupan, si bien predominan las experiencias en cuevas, particularmente en La Palma y Tenerife; también algunas cabañas en esta última isla; y estructuras habitacionales más complejas como las casas de Gran Canaria, de cuya excavación ya existe una amplia experiencia de variada casuística, que respalda el proyecto que ahora acometemos. Novedosos son los enfoques aplicados recientemente por iniciativa de C.M. Hernández y otros a excavaciones de estructuras de combustión, ya sean de carácter puramente doméstico, como otros de significado cultual o simbólico, cuyos ejemplos más recientes son la estructura de combustión compleja de Achbinicó (Tenerife) y los pireos o aras de sacrificio del Lomo del Piquillo (La Gomera). Unas de las experiencias que más han contribuido desde la pasada década a estimular progresos en el terreno teórico y metodológico son las excavaciones en espacios sepulcrales, cuyos avances en la metodología arqueológica de campo no sólo afectan a este tipo de yacimientos, sino que han aportado notorias mejoras al conjunto de la arqueología canaria. El planteamiento de la excavación parte de la premisa de que la formación de cualquier depósito arqueológico está determinada por la interacción de numerosos vectores. Dicha circunstancia aconseja aplicar un sistema de trabajo flexible para adaptarse en todo momento a las condiciones particulares del yacimiento, garantizando no sólo la recuperación de los materiales arqueológicos sino también la correcta interpretación de los fenómenos culturales y naturales que lo han producido. En el caso concreto que nos ocupa, los objetivos trazados aconsejan aplicar los criterios metodológicos siguientes: 2.- SISTEMA DE REFERENCIAS La casa, con unos límites espaciales relativamente claros, es la unidad arqueológica a intervenir. Pero ésta forma parte de un complejo estructural más amplio, que podríamos llamar “poblado” (en este caso El Llanillo), perfectamente estructurado, cuya relación es básica para entender todo el sistema. Por tanto, la excavación de sus partes debe permitir la reconstrucción de la globalidad histórica que representa, deberá desvelar la relación contextual entre todo el conjunto y cualquier elemento individual, sea cual fuera su naturaleza. El primer paso para la consecución de lo expuesto con anterioridad es generar un sistema de referencias único para todas las unidades del conjunto, mediante dos ejes excéntricos y perpendiculares, a partir de los cuales se pueda abordar la excavación individualizada de cada una de las aras. Por otro lado, este sistema permitirá la localización espacial de las estructuras y sus elementos constructivos y ergológicos, haciendo posible el cartografiado de todo ello y el estudio de sus relaciones. Ambos ejes se convertirán en el sistema matriz de referencia a partir del cual se crearían los sistemas menores para abordar la excavación individualizada de las estructuras seleccionadas a tal efecto. Estos ejes constituyen, asimismo, el sistema de referencias espaciales a partir del cual se llevará a cabo el topografiado de la unidad de acogida mediante un conjunto de cotas reales que permitirán expresar cartográficamente las características topográficas de la misma, aspecto básico para el estudio del patrón de implantación de las construcciones y sus correlaciones, cuya significación es del todo relevante para la interpretación general del yacimiento. 3.- PROCEDIMIENTO DE EXCAVACIÓN Se procederá al decapado microestratigráfico de los sedimentos, consistente en la realización de “levantamientos” minuciosos del sedimento. El espesor de cada levantamiento no se ajustará a parámetros sistemáticos preestablecidos, como ocurre con la tradicional "talla" de excavación. De hecho, los criterios observados en el desarrollo de cada levantamiento serán la concentración natural del registro de evidencias muebles, a partir de las pautas básicas de deposición (concentración, orientación y pendiente), el control del buzamiento y las variaciones en las características macroscópicas del sedimento. En todo momento, se respetarán los cambios sedimentológicos o variaciones macroscópicas de los mismos, aislándose de forma individual, tanto en sentido horizontal como en vertical. Actuación que permitirá poner de relieve la articulación interna del depósito, así como el desarrollo secuencial de las actividades que tuvieron lugar en el sitio, cuyas relaciones estructurales serán expresadas siguiendo los criterios propugnados por el círculo de estratigrafía analítica. La aplicación de este sistema facilitará el reconocimiento de las condiciones de formación del relleno arqueológico, a partir de la concurrencia de diversas variables, cuya expresión en el paquete sedimentario se concreta en la existencia de unidades y subunidades estratigráficas con una capacidad variable de interconexión, además de permitir la identificación de los diferentes procesos postdeposicionales que en cualquier manera hayan afectado al yacimiento. Para leer la articulación interna de los sedimentos y la utilización secuencial de las respectivas estructuras, se adoptarán algunas de las propuestas metodológicas esgrimidas por el “Círculo de Estratigrafía Analítica” tal como han sido explicitadas en su órgano de difusión: la Revista KREI. El equipo que investiga los conjuntos de Buenavista del Norte (Tenerife) ha tenido la iniciativa de probar por primera vez esta metodología en Canarias, constatando su bondad. De manera que ahora otros nos sustentamos en esa experiencia. A. Saez de Buruaga ha sintetizado las bases teóricas del método en los siguientes términos: “La práctica analítica en estratigrafía arqueológica es una creación original de G. Laplace. La forma genérica de entender los fenómenos arqueológicos desarrollada por éste ha supuesto, desde la perspectiva epistemológica, en primera instancia, 1º) una valoración teórica de la lógica conceptual en que se fundamente ese proceder, el racionalismo dialéctico, es decir el saber o entender propios que surge de la praxis del materialismo histórico y 2º) su transformación práctica en un sistema coherente y eficaz, no solamente de aproximación a la identificación, sino a la organización, definición y lo que es más expectante para el espíritu- a la comprensión de la significación (estructural) y dinámica evolutiva de la diversidad de los gestos humanos, de las situaciones históricas en que se manifiestan y de las contradicciones particulares por las que se desarrollan”. A grandes rasgos, lo que se viene proponiendo es un sistema de excavación de los sedimentos y de descripción estratigráfica que procura evitar los apriorismos secuenciales, y sobre todo, la concepción estática y unitaria de los fenómenos estratigráficos, poniendo de relieve, por el contrario, la variabilidad interna de los estratos. 4.- RECUPERACIÓN DE LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS Los materiales arqueológicos serán asignados a su correspondiente unidad sedimentaria por el sistema de excavación microestratigráfica, completándose la información con aquellos datos relativos a la distribución espacial (coordenadas X, Y, Z) orientación y pendiente, mediante un código preestablecido. El objetivo básico de este procedimiento se dirige a la reconstrucción de la dinámica deposicional y postdeposicional experimentada por los materiales, contribuyendo igualmente a la reconstrucción de aquellos procesos que han participado en la configuración del yacimiento. 5.- PROCEDIMIENTOS DE CRIBADO Los sedimentos extraídos durante la excavación serán cribados de forma sistemática para garantizar la recuperación exhaustiva de todas las evidencias. El procedimiento general será el cribado en seco utilizando una columna de tamices con mallas de 5, 2'5 y 1 mm. respectivamente, asegurando así la recuperación de los microrrestos (desechos líticos de talla, restos óseos de peces, aves, reptiles, micromamíferos, semillas, carbones, etc.). Sin embargo, se reservará un porcentaje del sedimento para ser tamizado en agua. Si se dispusiera de la infraestructura necesaria en el propio yacimiento, la flotación y cribado se hará en las inmediaciones de la excavación. En caso contrario, se trasladarán los sedimentos para ser procesados en laboratorio. 6.- ESTUDIO DE LAS ESTRUCTURAS A fin de garantizar una aplicación metodológica correcta capaz de recuperar el máximo de información posible hay que partir de una premisa fundamental. Las estructuras deben comprenderse como un “todo orgánico” en el que interactúan los elementos constructivos y la sedimentación, así como el contenido ergológico que resulta del uso de la misma. Por tanto, la casa no es tan sólo el soporte estático de las demás evidencias, sino que ella en sí misma constituye una unidad estructural dinámica, cambiante, por lo cual durante el desarrollo de la excavación no sólo se deberá abordar el exhumado de los sedimentos y las restantes evidencias muebles, sino que paralelamente se deberán ir estudiando los procesos de construcción, demolición, reparación, modificación, reconstrucción, etc. 7.- REGISTRO GRÁFICO Asimismo, como parte esencial del trabajo de campo, se efectuará el registro gráfico de todos los elementos exhumados en el proceso de excavación. Dicho procedimiento se efectuará a partir del dibujo a escala 1:10, según se requiera, de cada uno de los levantamientos. En éstos quedarán reflejadas las especificidades macroscópicas de los sedimentos, los materiales y los elementos constructivos, tomándose a su vez, las cotas de cada uno de estos decapados. De esta manera, a través de la superposición de los registros, se podrá obtener una representación gráfica de la deposición de los materiales y del sedimento, así como la distribución espacial de las evidencias. El registro gráfico se complementará con el fotografiado exhaustivo de todo el proceso. Este tratamiento será aplicado a cualquier tipo de evidencia independientemente de su naturaleza. 8.- TOMA DE MUESTRAS Se tomarán las correspondientes muestras de cada una de las unidades estratigráficas individualizadas durante los trabajos. Dicho muestreo posibilita la analítica y estudios de sedimentología, materia orgánica, susceptibilidad magnética, etc., permitiendo conocer las alteraciones y/o modificaciones sufridas por los sedimentos a partir del nivel de incidencia que la actividad antrópica ejerce en los mismos. Además, se recogerán muestras para la obtención de cronologías absolutas, a través de dataciones contrastadas por diversos métodos: Termoluminiscencia (cerámicas y sedimentos) y C14 (carbones y fauna mastológica), con el fin de intentar precisar el lapso temporal en que funciona el yacimiento y, por tanto, su encuadre preciso en el marco del dilatado espectro temporal que abarca el poblamiento prehistórico de la Isla. Aquellas partes de las estructuras que hayan sufrido calentamiento por acción del fuego serán susceptibles de ser datadas mediante Paleomagnetismo. En definitiva las condiciones metodológicas particulares se concretan en: EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA: 1.- Trabajos de Campo 1.1.- Métodos y procedimientos de excavación. Los desmontes y excavaciones se realizarán manualmente y por unidades estratigráficas, siguiendo la trama de la retícula arqueológica establecida a tal fin (sectores, cortes, cuadrículas). Se emplearán, en cada caso, las herramientas y el instrumental más apropiado para acometer las diferentes tareas. En el relleno de los perfiles superficiales se procederá a recoger todo el material arqueológico aparente, a pesar de su carácter indudablemete alóctono. En lo que respecta a los arrastres de ladera y derrumbes subyacentes al relleno de las estructuras, además de efectuar la recolección del material visible, se tamizará en seco la totalidad del sedimento recuperado, empleando a tal fin una malla de 4 mm. Por su parte, en los suelos de ocupación y niveles in situ se acometerá la recogida del material tras la elaboración de los correspondientes planos de dispersión. En este último caso, además del cribado sistemático en seco, con mallas de 2.5 y 1 mm., Se ejecutará el cribado con agua aleatorio de una parte del volumen de sedimento extraído, empleando en este supuesto una columna de tamizado provista de mallas de 4, 2,5 y 1 mm. Durante el proceso de excavación también se procederá a la toma de muestras necesarias para la realización de diferentes análisis de arqueometría, geoarqueología, carpología, antracología, caracterización de materias primas … Etc. 1.2- Documentación. Los originales de toda la documentación generada por estas tareas durante el trabajo de campo estará constituida por los siguientes elementos: - Cuadernos de Campo. Las guías fundamentales para la reconstrucción de la intervención. Serán redactados siguiendo el formato y el criterio utilizado habitualmente. En ellos se registrarán todas las incidencias relacionadas con las actividades de campo y laboratorio. - Planos de Dispersión de Material Arqueológico. Se efectuarán con carácter sistemático, en el caso de depósitos arqueológicos primarios y secundarios. La escala utilizada será 1:10. - Plantas y Alzados de Estructuras. Las estructuras arqueológicas exhumadas serán objeto de un completo levantamiento topográfico tanto de sus plantas como de sus alzados más significativos. Estas representaciones, que se realizarán a una escala de 1:10, irán acompañadas de una reducción a 1:20 delineada en soportes tradicionales o sobre soporte informático. - Dibujos de Perfiles Estratigráficos. Se realizarán levantamientos de la totalidad de los perfiles estratigráficos más significativos generados por la excavación. Estos serán dibujados a escala de 1:20 y con las mismas características que los dibujos de plantas y alzados de estructuras. - Fotografía. Se realizará un reportaje fotográfico exhaustivo de las diferentes etapas del proceso de excavación utilizando para ello las técnicas y convenciones habituales en el campo de la fotografía arqueológica. Las tomas fotográficas se realizarán por duplicado empleando diapositivas en color y ampliaciones en blanco y negro. 2.- Trabajos de laboratorio. 2.1. Materiales. La totalidad de los materiales recuperados en el curso de las excavaciones serán convenientemente tratados en el laboratorio. Siempre que su estado de conservación o el tipo de manipulación que sufrirán con posterioridad así lo aconsejen, todos y cada uno de los objetos y restos exhumados serán lavados y siglados. Tras su catalogación, las bolsas conteniendo el material, convenientemente etiquetadas, serán agrupadas por unidades arqueológicas y números de inventario y embaladas en cajas normalizadas. En caso de ser necesario, se acometerá la consolidación o restauración de aquellos vestigios cuyo precario estado de conservación comprometa la integridad de los mismos. 2.2. Documentación de los materiales. La documentación constará de los siguientes elementos: - Inventarios. El material arqueológico exhumado será clasificado y catalogado, variando en función de la categoría del material (criterios funcionales, anatómicos, materia prima, ...). Los inventarios serán informatizados en una base de datos. Una copia de estos inventarios, tanto en soporte magnético como en papel, se adjuntara preceptivamente al informe-memoria que habrá de se entregará al final de los trabajos. - Dibujos y Fotografías. Potestivamente, y con carácter selectivo, se fotografiará, y en su caso se dibujará, aquellos materiales considerados como singulares o especialmente significativos (figurillas, pintaderas, cerámicas decoradas, monedas, ..). - Fichas de Restauración. En aquellos casos en que se efectúe la consolidación o restauración de materiales arqueológicos, estas tareas exigirán necesaraiamente, la cumplimentación de una ficha normalizada. Esta, en la que se recoge el diagnóstico y el tratamiento, estará acompañada de la correspondiente documentación gráfica. 2.3.- Estudios de sedimentología y geoarqueología. Comprende los estudios correspondientes a los procesos de sedimentología y geoarqueología de los distintos paquetes estratigráficos del yacimiento. Este estudio incluirá los siguientes aspectos: - Columna sedimentológica con análisis granulométrico de alta resolución. - Mineralogía: Análisis de difracción de R.X. En cada uno de los niveles identificados. - Estudios geoquímicos del sedimento en los niveles identificados. - Análisis de susceptibilidad magnética con estudio de alteraciones y exposición del sedimento (se podrán identificar los diferentes medios de sedimentación -naturales y antrópicos- pudiendo aportar información sobre los niveles de ocupación intensiva, zonas afectadas directa o indirectamente por fuego y la procedencia de cada uno de los materiales identificados.